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Ahimsa, no-violencia dentro y fuera de la esterilla

Actualizado: 13 jul 2022

Ahimsa es una de las bases fundamentales del Yoga, la no-violencia/compasión. Para mi, de lo más difícil de integrar y lo que más beneficios trae para la vida.

¿Qué es ahimsa?

Esta palabra en sánscrito significa no-violencia o compasión, y forma parte de las 8 ramas del yoga, en concreto, forma parte de los Yamas (primera rama del yoga). Se refiere a vivir la vida sin violencia y ser compasivos con lo que nos rodea y con nosotros mismos.


Ahimsa en la esterilla

Hoy en día, el yoga moderno y el que suele enganchar a todos, suele ser bastante exigente físicamente. Muchas veces, el practicante se encuentra en una competición con uno mismo para conseguir hacer determinadas posturas "avanzadas" y puede llegar a ser muy duro con él mismo. Y esto no es culpa del que practica, sino muchas veces el motivo es que no estamos preparados mentalmente para esta práctica tan exigente. Se necesita una mente compasiva para poder practicas asanas (posturas) complicadas y saber ser agradable con uno mismo tanto si salen las posturas como si no salen. De hecho, se necesita una mente ecuánime y compasiva para que te dé igual si te sale o no. Cuando te da igual, es cuando realmente tu práctica se vuelve avanzada.


Ser compasivos con nosotros mismos es clave para tener una práctica de yoga saludable física y mentalmente. No importa si no consigues ponerte el pie detrás de la cabeza, esto no te va a hacer ni mejor ni peor persona, no te va a traer nada en la vida, solo va a ser un pie detrás de la cabeza. Cuando empiezas a ver las posturas como lo que son, posturas, y empiezas a quitarles importancia, va a ser mucho más fácil ser compasivo contigo mismo. Agradece a tu cuerpo lo que consigue hacer en este preciso momento, que no es poco.


¿Cómo ser más compasivo durante la práctica de yoga?

- Empieza siendo consciente de que tu práctica física no te define, no eres mejor yogui por ponerte del revés. De hecho, no existe el concepto de mejor o pero yogui, solo existe el que practica yoga.

- Agradece lo que te ofrece tu cuerpo. Empieza apreciando que tu cuerpo te ha permitido estar haciendo yoga hoy, te está permitiendo respirar y moverte, y con esto es suficiente.

- No fuerces los límites del cuerpo. Llega hasta donde puedas, y respira allí. Te aseguro que te traerá muchos más beneficios que luchas contra tu cuerpo.

- Sonríe. De verdad, cambia mucho la práctica. Puedes sonreír con el corazón o con el cuerpo. Si te cuesta sonreír con la cara, siente esta sonrisa en el cuerpo, nadie tiene por qué saber que estás sonriendo.


Ahimsa fuera de la esterilla

La práctica de yoga que conocemos hoy en día, normalmente la hacemos en una sala de yoga durante 1 hora, pero el objetivo es que el estado del yoga y los aprendizajes trasciendan esa sala de yoga y los lleves contigo durante todo el día. Ahimsa es uno de los más fáciles de identificar fuera de la esterilla. Observa cómo te hablas a ti mismo durante el día, como te hablas cuando las cosas salen mal, como hablas a los demás cuando no actúan como tu querrías. Observa tus pensamientos hacia los demás y hacia las cosas que no puedes controlar del día a día, como ruidos, personas que hacen su vida, estímulos externos...


Trata de buscar la no-violencia en cada acto que hagas. Háblate con respeto, cuídate, recuerda todo lo bueno que hay en ti. Intenta romper patrones de juzgar a los demás, eso solo te va a hacer daño a ti. Practica yoga sin forzar el cuerpo. Come cosas que le den vida a tu cuerpo de manera nutritiva. Cuida a los que tienes a tu alrededor, etc.


¿Cómo ser más compasivo contigo?

- Puedes empezar haciendo una lista de 3 cualidades que te gustan de ti. Seguro que las hay, deja de lado el pensamiento victimista (en el que todos caemos de vez en cuando) y escribe 3 cosas que te gustan de ti.

- Practica la meditación a diario para calmar todos esos pensamientos que entran en bucle. Renuévate con unas respiraciones profundas y un buen rato de meditación. La meditación ayuda a calmar el sistema nervioso, y en consecuencia te ayuda a ver las cosas de manera amorosa y compasiva.

- Cada vez que te encuentres hablándote mal, para, respira profundo y simplemente agradécete el hecho de que has sido consciente de que te has hablado mal. Los patrones se empiezan a romper en el momento en el que somos conscientes de ellos.

- Vive más lento, de verdad que te va a ayudar. Toma momentos del día para no hacer nada, aunque sean 10 minutos de vez en cuando. Y hacer nada significa hacer NADA (no vale leer, mirar netflix o dormir). Averigua qué es para ti hacer nada.



La práctica de Ahimsa te puede cambiar la vida. Cuando empezamos a vivir de una manera compasiva, empiezan a pasar cosas buenas.

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